No es momento de hablar del 0-4 ante los germanos en el último mundial, es tiempo de disfrutar de una velada especial, ya que se cumplen 20 años de la primera visita de Campino y compañía al país. En esa ocasión, por gestión de Pil, de los Violadores, se tomaron un avión sin tener idea de lo que iban a generar más tarde en el culo del mundo.
Las luces se apagan y se viene el despliegue de siempre y más, con “Ballast der Republik” y el clásico “Liebesspieler”, que provoca el primer pogo, los primeros coros masivos de la audiencia (¡en alemán!) y el comienzo de la repartija de cervezas a cargo del alto cantante. Luego de “Auswärtsspiel” (Partido de visitante), llega un homenaje al suelo argentino con “Mi Buenos Aires querido”, sí, de Gardel, Lepera y todos los músicos…
Mientras Campino se tira por enésima vez al público, Breiti (el único que habla español casi fluido), Kuddel, Andy y Vom le siguen dando duro a una lista que incluye una treintena de canciones, entre ellas, el ultra hit “Bonnie and Clyde” y el bloque Naranja Mecánica con “1,2 Ultraviolento”, de los Violadores, y “Hier kommt Alex”. Pero si de clásicos que levantan a la gilada se trata, “Wünsch dir was” se lleva todos los premios (averigüen en YouTube por qué).
Como si le faltara energía a la noche, arremeten con el terrible machaque de “Strom” y el coro de cancha de “Alles Was War”. Paso seguido, y ya en el último tramo del show, se vienen “Should i stay or should i go”, de The Clash, Opel Gang y Paradies.
El final devuelve al público al principio de la velada y, para que todo el mundo la coree y se sienta en Anfield Road, DTH hace de backing band para “You’ll never walk alone”, como una forma de agradecimiento por nunca dejarlos caminar solos.
Alejandro Panfil
Foto: Segismundo Trivero, Rolling Stone
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